BIENVENIDA ANNA. BIENVENIDA CRISTINA

Hoy La Casa está contenta porque han llegado Anna y Cristina.

Anna nos contactó hace mucho pero no era el momento. Nos volvió a contactar hace poco y llegó el momento.
Le gusta el color blanco (a nosotros también). Hace buenas fotos. No le gustan las alcachofas ni el cloro (junto a nosotros tampoco). Cree en las personas (¡bien!). Trabajó un día en Telefónica y al siguiente se fue (ahora trabajaba de profesora de dibujo y se pidió una excedencia para hacer las prácticas). Le encanta hacer tortillas de patatas (y a nosotros comerlas). Cumplir años le hace llorar de alegría (a ver si lo vemos y lloramos contigo).
A nosotros nos encantó su foto en el curriculum con su abuela.

Cristina, nuestra andorrana que dice que no habla francés, nos escribió un primer email digno de enmarcar. Sin trabajos ni nada. Irrespetuoso desde el título "Dadme trabajo, ¡joder!, por favor" y contándonos su vida sin que nos conociéramos de nada.
Hola,
No nos conocemos de nada, así que ya os aviso ahora que no tengo justificación para tomarme las confianzas que me estoy tomando, ni las que me voy a tomar de esta línea en adelante. Pero, a estas alturas, a mi ya me da igual (a vosotros no lo sé, podéis quejaros; mandadme un mail y llamadme grosera, yo que sé).
Lo siento, pero os escribo desde el calentón producido por demasiados días de rechazo e indiferencia. Iba a romper cosas, pero dicen que escribir es terapéutico, así que he decidido mandaros un mail y, si no se me pasa, ya me cargaré la nevera, un ciervo o algo.
Vale, estamos en crisis, la cosa está muy chunga, doctor, tengo algo de tos, pero ¡la virgen!, ¡no puede estar todo tan jodido! ¿De verdad nadie tiene un huequecito?
Quizá vosotros sí, que oí que teníais cuentas nuevas... Yo normalmente soy más tranquila, soy un cielo, incluso. El tipo de persona con quien te encantaría pasar 40 horas a la semana, ¡o más!
¡Y mi compañera de piso hace pasteles muy ricos (yo puedo fijarme en cómo los hace, aprendo muy rápido)!
Bueno, no sé, ya se me está pasando un poco... pero sigo queriendo un trabajo...
Esto... Quedo a vuestra disposición.
Y nada, que... gracias.
Un saludo,
cristina
Nos gustó (pero no era el momento). Siguió insistiendo y llegó el momento.

¡Bienvenidas, chicas, esta es vuestra casa!
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