28 de marzo de 2015
1ST DAY@ ONE SHOW. AWESOME PEOPLE, AWESOME WORK
Amanece el primer día de jurado. Lo bueno del jetlag de este a oeste es que madrugas sin darte cuenta.
Ya tengo número de teléfono. ¡Olga, odio el naranja! ;@)
Nos llevan a un sitio 404 que en lenguaje de web sería como decir Not Found. Funny!
Desayuno con el jurado. Nos dan la bienvenida y unas guía para votar con nuestros iPads. Todos los votos serán secretos. No habrá eternas conversaciones para defender piezas hasta el momento de elegir al Best of the Show. No lobbies, no alianzas (al menos evidentes)
Empezamos por las piezas de marketing directo tocables. Pocas piezas y pocos wows.
Nos llega a sorprender el que algunos trabajos quizás eficaces pero poco creativos estén sobre la mesa. En ocasiones nos planteamos si no se nos escapará algo porque no le vemos la vuelta.
Yash, el vicepresidente nos acompaña en esta jornada. El equipo que organiza está pendiente de todos los detalles para echar una mano en aquello que se necesite. Un 10 para todos ellos.
Hora de comer y Tim se hace con la tapas que mantienen caliente nuestra comida. Los genes de cheerleader le salen por los poros a nuestro amigo de Boston.
Hey, Barcelona! Kisses from NY!
Coffee after lunch. Lo malo del jetlag de este a oeste es que después de comer te entra la pájara.
Call me Ms. Luj!
Acabamos on time. Vuelta al hotel. Ha nevado. Hace un frío que pela. Estamos cansados. Volveríamos caminando pero no.
Y después de la nieve, una luz mágica inunda el Meatpacking.
Yash, Iván y Gabriela esperando nuestra rica cena.
Gabriela, Tim y John debatiendo sobre la vida.
Hagan y Karen mano a mano.
Jeanie y Sheena felices.
La chicas en un lado, Gabriela y los chicos en otro.
Nos vamos a tomar una copa a un bar enfrente del hotel, Hogs&Heifers. Casualmente, hace 15 años, Patricia estuvo allí una noche cualquiera cuando el Meatpacking empezaba a renacer.
No assholes dice el cartel de la puerta. No quieres saber cómo era el portero de la puerta.
Chicas encima de la barra. 18.000 sujetadores por aquí y por allá de clientas del pasado que lo dejaron como trofeo de guerra.
Tim, Hagan, Iván, no conseguimos entrar en la fiesta privada del Standard sin hacer cola pero casi mejor. ;@)
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