11 de julio de 2014
HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. MILAGRO A LO PANTOJA
Hay milagros que se superan a sí mismos. Que son los macho alfa de la brujería celestial. Ocurren una vez cada milenio y no siempre a quien los pide. Lo que nunca imaginó Paquirrín es que los astros le harían desaparecer las capas y capas de manteca que le rodeaban su esbelto cuerpo de talla 38 (o talla 46 más bien). Un día se despertó, y ni el mismísimo Tom Hanks podría haberlo hecho mejor en Big. Después de tantos años, Paquirrín podía verse los pies, el suelo ya no crujía cuando caminaba y las miguitas de pan ya no reposaban sobre su panza XXXL. Pero lo que respecta a la cara, la alopecia y sus sueños (maldita la hora) de convertirse en famoso DJ no había astro, mago ni alineación de los planetas que pudiera solucionarlo.
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