Con toda la cantidad de proyectos que estamos cerrando antes de desempolvar el bikini, cuando suena este tema en el
ala Oeste de nuestra plaza, por un segundo (sólo uno) se paran los
dedos hiperactivos para escuchar esta
vocecilla melosa. Somos unos espartanos, aunque nos gusten los hombres con voz de niña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.