6 de junio de 2014
HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. LUTO DE COLOR DE ROSA
Al final decidió ir. Era la primera vez que Gloria viajaba sola. Y aunque ocultaba su luto con camisetas rosas, las noches se le hacían muy largas en un colchón demasiado grande. En algún momento debía acostumbrarse a hacer las cosas sin su compañero de vida, y Barcelona fue el principio de una terapia que no acabaría nunca. Era un tour de recién casados. Ironías de la vida. Pero en vez de regodearse en su pena, pensó en todo lo bonito que les quedaba por vivir a aquellos novatos. Se acordaba de la misma cara de bobalicones que tenían ella y su marido en su viaje de novios. Y también pensó en que muchos de ellos vivirían una segunda luna de miel con otras personas. Porque la vida no es como antes. Y los amores tampoco.
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