HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. PALOMA NO ES DE NOSOTROS

No era que Paloma no quisiera estar junto a otras de su misma especie. Era que ella se sentía humana. Se sentía incómoda usando el baño de palomas, comiendo comida de palomas y revoloteando por ahí. Ni que fuera ella una cualquiera. ¡Que va! Ella sólo iba al baño humano, a los mejores restaurantes y caminando a dos patas sin abrir sus estúpidas alas. Solo que tenía que esperar a que no hubiera nadie en los baños, que los mejores restaurantes tiraran su comida, y que sus cortas patas piernas la hacían ir realmente lento. Pero nada importaba lo suficiente. Paloma tenía la certeza de ser más digna y respetada que el resto de aves, y que nada tenía que envidiar a las águilas, que es el ave más majestuosa. Por eso Paloma se decide comparar con humanos. Para sentirse superior a las demás. Sin saber, que por mucho que se esforzara, todos la verían como lo que es, una paloma más de la Plaza Real.