No sabíamos bien como habíamos llegado hasta este punto. Tantos destrozos, tantas ciudades rotas y recuerdos destrozados. Noches en vela por gritos desesperados creyendo que la atracaban, tantas fotografías tiradas por el suelo de gente desconocida. Toda una vida tirada por tierra y sin posibilidad de recuperarla. Laia no volvería a recuperar su memoria por culpa del alzhéimer. Pero a él le daba igual. La había traído de vuelta al lugar donde se conocieron por primera vez. Laia seguía sin recordar nada. Pero se sentía en paz consigo misma y con el mundo ahí sentada. En la fuente. Con ese extraño que decía ser su marido. Con Sebastián.
4 de noviembre de 2013
HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. Y TÚ ERES...
No sabíamos bien como habíamos llegado hasta este punto. Tantos destrozos, tantas ciudades rotas y recuerdos destrozados. Noches en vela por gritos desesperados creyendo que la atracaban, tantas fotografías tiradas por el suelo de gente desconocida. Toda una vida tirada por tierra y sin posibilidad de recuperarla. Laia no volvería a recuperar su memoria por culpa del alzhéimer. Pero a él le daba igual. La había traído de vuelta al lugar donde se conocieron por primera vez. Laia seguía sin recordar nada. Pero se sentía en paz consigo misma y con el mundo ahí sentada. En la fuente. Con ese extraño que decía ser su marido. Con Sebastián.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.