HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. WE DONT WANT YOU, KEVIN

Parecía que lo hacían aposta. La primera vez tenía su gracia, la segunda le hizo reír porque le recordó a la primera vez que sucedió, la tercera simplemente le hizo un "ji ji" en su interior. Pero a la décimo octava, Kevin ya pensaba que eso de abandonarle en mitad de un país y tener que estar 3 meses haciendo auto-stop para llegar a casa era una sutil manera que tenían sus padres de decirle que era hora de que se emancipara. ¿Con 35 años? Pero si Kevin estaba en la flor de la vida, hombre por Dios...