16 de julio de 2013

HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. DESCONTROL DE LA IRA


Tras tomarle los datos a 15 turistas mientras luchaba por sostener el maldito paraguas, lo cerró, inspiró con furia y lo lanzó con tanta fuerza que le atravesó el pecho a un señor de barriga generosa que tomaba algo en una terraza del fondo de la plaza. De hecho, batió un récord olímpico de lanzamiento, pero no había ningún notario presente para dar fe.

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