HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. MI LIDER

Tirados en el suelo, aburridos, derrumbados. La nueva ley impuesta por el nuevo gobierno mundial donde la Führer por antonomasia, había borrado de la faz de la tierra las nuevas tecnologías tales como los smartphones. Todo dispositivo que pudiera conectarse a Internet fue destruido en una hoguera cuyo humo perduró durante un año y medio entero hasta no quedar más que ceniza y niveles radioactivos que no se recordaban desde Chernobyl. No conviene la comunicación instantánea, es perjudicial para todos, decían los grandes líderes. Con el tiempo, las generaciones que nacieron con este tipo de entretenimiento, olvidaron como divertirse, olvidaron que existían maneras de entretenimiento alejados de cualquier pantalla. Si se reunían, sus dedos tecleaban al aire de manera inconscientes. Rituales de antaño que nuestro cuerpo no había sido capaz de olvidar, decían los expertos. Con el tiempo, solo quedó una masa de ignorantes zombies que caminaban chocándose los unos con los otros mirando al suelo, recordando tiempos pasados. Y el mundo, un parque de atracciones para aquella líder rubia llamada Ángela.