Las convenció para que se subieran a un avión de misioneras destino a África aquella misma noche. Era una loca de la persuasión; literalmente, el avión no existía. Ni África tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.