Hoy nos hemos subido a la montaña.
Como dicen los ingleses, llovía gatos y perros pero nos hemos subido a comer a Can Martí. Tranquilísimo. Se veía Barcelona y los nubarrones. Y sobre todo, nunca antes lo habíamos visto, estábamos rodeados de gatos que se asomaban a la ventana y nos miraban con cara de pocos amigos.
Azahara nos ha puesto su cara de Pescaíto. Judit nos ha contado que viene de un pequeñísimo pueblo de Girona, Albert nos ha sorprendido con su pasado de boy scout, Cristina se ha pegado bien a la jarrita de vino es bien y Anaïs una vez más ha conseguido lo que hubiera que conseguir: ¡Otra ronda de chupitos!
Abre la boquita Pescaíto o este tomate se lo lleva el gato.
Mirando el Mianú...
¿O mejor un gatito a la carta?
Gatita no se da cuenta de que gatito le acerca la jarra de vino.
Noooooooooooo, foto con la jarra, nooooooooo. ¡Ya veo las fotos de Patricia!
Vida gatuna. Maté un gato y me llaman matagatos.
Judit poniendo al gato cara de pez globo. Se la está jugando.
Las gatas se preguntan si habrá una ronda de chupitos. Las chicas, también. Rrrrrrrrr.
Sir Catlitos pregunta al boy scatout sobre su vida y obra.
Todos al móvil que ya llevamos mucho rato maullando.
Miauuuuuu!
Azahara pone boquita de pitiminí o de pescadito fino.
Judit y Azahara han descubierto que son almas gemelas. No les gustan las hamburguesas ni un montón de cosas más que al resto de los humanos nos encantan. ¡Míralas cómo se desternillan de la misma manera!
Soy un perro, gato.
Y así, contentos tras la CATarsis de vino y carne, nos bajamos caminando a los ferrocarriles CATalanes para ver si bajamos todo lo que hemos comido.
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