El Cielo se había disfrazado de buena gente, vistiendo un azul precioso y un par de esas nubes tranquilizadoras.
Funcionó, el Sol pudo sacar la ametralladora y vaciar el cargador sin que los turistas se dieran ni cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.