Montones de cajas se acumulan en todos los rincones de La Casa. Sin embargo, seguimos sacando cosas de los armarios. Queda lo peor. Las menudencias que nunca se acaban.
Hoy dedicamos todo el día a acabar de cerrar cajas al ritmo del gintonic.
Mañana tenemos la MUdancing, el mercadillo de las cosas que no nos vamos a llevar a la plaza, amenizado con cervezas y dancing.
Vamos allá.
¡Gracias, chicos por vuestra ayuda!
Quedan unas cuantas estanterías y todo lo que hay encima de nuestras mesas.
La habitación de Violeta se sigue llenando de recuerdos para la MUdancing de mañana.
Montones y más montones.
Cerrando cajones y encontrándonos reliquias de otros tiempos como las carátulas de los DVDs.
La de cámaras de fotos que tenemos acumuladas sin usar.
Empezamos a acumular las cajas frágil en el despacho oculto.
La pecerda permanecerá on hasta el último segundo en que se cierre el telón.
A pesar de que cogimos cajas y más cajas y más cajas y que los cartoneros rumanos del barrio nos echaron una mano, siguen faltando cajas y cajas y cajas de cosas pequeñas.
Los cerdos voladores de Joana se quedarán en La Casa. Esperamsoq ue el próximo inquilino los quiera tanto como nosotros les hemos querido.
¡¡¡¡Joana, queremos un lindo pajarillo en la plaza!!!!
Antonio tiene muy buena letra marcando el contenido de las cajas. Es todo arte.
Cristina tiene mucho arte preparando gintonics.
El arte de pelar un limon de gintonic.
Restaurando el megapóster de Boris Hoppek antes de que se vaya a la plaza.
Decidimos empezar a traspasar todos los recuerdos que teníamos en la habitación de Violeta a la habitación de la Utopía de cara a la MUdancing de mañana.
La MUdancing va a estar llenita de recuerdos de los últimos 5 años. Podríamos contar una historia de cada uno de ellos. La mitad del dinero recaudado irá a parar a la Plataforma de los Afectados por la Hipoteca.
Sacamos todas las mesas que no nos llevaremos. Mejor que se la lleve un amigo que que se quede en La Casa.
Cristina reubicando todos los objetos para que entren por la vista desde el primer momento y nos los quiten de las manos.
Este maniquí ya tiene nuevo dueño: Cristina.
La habitación de la Utopía a tope. El cuadro que lleva el mensaje La Utopía No Es Una Tontería, a la venta.
El baño negro se llena también de cosas. A tope!
El vals de Cristina y Antonio.
Seguimos!
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