By Cristina
Al llegar la primavera, la hiedra asesina empezaba a crecer, aproximándose a la mansión lentamente, al acecho, como un buen cazador.
Los habitantes de la casa no se daban cuenta de nada, no podían imaginar que una simple planta tuviese la intención y el ferviente deseo de atraparlos mientras dormían y aplastarlos lentamente.
Solo las bajas temperaturas la mantenían a ralla. El invierno la congelaba y la hacía retroceder. Pero ahora que, por el cambio climático o por lo que fuera, el tiempo, las estaciones y el mundo entero se estaban volviendo locos, la peli de domingo de Antena 3 estaba apunto de comenzar.
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