28 de julio de 2011
CUARTO DÍA DE LA SEMANA MÁS INTENSA DE NUESTRA HISTORIA
Nuestras mesas hablan por sí solas.Montones de papeles de proyectos varios, billetes de AVE a madrid con ida y vuelta en el día, botellas de agua a medio llenar, restos de cenas apresuradas... caos organizado.
Estamos culminando la que quizás sea la semana más intensa de nuestra pequeña historia.
Mañana viernes se inicia el gran éxodo de agosto (el nuestro no, que aún nos queda una semana intensa más) y estamos intentando que casi todos los proyectos en marcha queden encarrilados con la cara lavada y bonicos para su presentación al gran público en septiembre.
En esta semana, los más de 10 (¿o eran 11?) que hemos estado trabajando por La Casa hemos saturado la conexión a internet dejándonos sin teléfono, hemos petado el servidor de correo, nos hemos reunido, hemos presentado un offline en madrid al tiempo que hacíamos fotos en barcelona, nos hemos sentado con un nuevo colaborador con el que compartimos filosofía y naranjas, nos hemos vuelto a reunir, hemos estado hasta la madrugada haciendo layouts, reuniones, cuñas y palomitas, hemos editado, locutado, maquetado, escrito, coordinado, buscado y llamado a muchos colaboradores y creados muchas piezas diferentes. Nuestros OJOKEESUS han salido en hyperbeast (que como dice Llibert, es como plantar un árbol o tener un hijo).
Incluso tuvimos tiempo de brindar a medianoche y con champagne por el cumpleaños de Karen, que apenas tuvo tiempo de celebrarlo (lo haremos Karen, lo haremos :@) :@)
¿Merece la pena?
Si sólo se tratara de anuncios o de dinero, la respuesta sería no.
Pero tenemos la sensación de que todo este esfuerzo de todos nosotros, los de La Casa y los que se han unido a ella por una temporada, nos colocará en un lugar un poco más lindo.
Demostrará que se pueden hacer cosas bien hechas y felices de otra manera: con honestidad, cobrando por las ideas (y no regalándolas para cobrárselas a espaldas del cliente con chanchullos de producción), mimando el detalle, pensando en la gente, colaborando, compartiendo... sonriendo (y llorando si hace falta).
Y desde ese lugar, esperamos poder tomar las riendas de los proyectos, mejorar las condiciones y tiempos en los que se desarrollan, cobrar aún mejor por las ideas, y hacer cosas aún más gordas y felices para la gente y para todos los que hacen y comparten el espíritu de La Casa.
Algo así como La Alianza Rebelde enfrentándose al Imperio con armas de regaliz, y ganando la batalla.
Quizás sea utópico pensar que todo eso es posible.
Pero hey!!! ¿acaso los cerdos no vuelan?
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¡A por ellos que son pocos y cobardes! dijo el indio comanche.
ResponderEliminar¿Fue el comanche o fue Joaquín Sabina?
ResponderEliminar;@) ;@)
Sabina. Sabina. Ha sido Sabina.
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