Ahora que no estás cierro los ojos e inmediatamente tengo el corazón en mi mano. Pero no está ahí, sigue latiendo profundamente en mi pecho, cada latido más profundo. A veces pienso que terminará por perforarme el cuerpo y me dejará un gran agujero. Soy víctima de mi propio tiempo. He vivido tan aceleradamente, que con 21 años he experimentado todo lo que mis padres terminaron de experimentar a los 33. Sexo, alcohol, drogas, un empleo decepcionante, el hospital, sueños, la vida, la muerte, el amor, el desamor y por último un falso te quiero. Desde que conocí a Lana no he vuelto a ser el mismo. No se qué me atrae de ella, si que tenga casi 20 años más que yo, que sepa moverse en la cama, su abultada cartera, o que pueda darme esos nuevos "primeros momentos" que hace tanto que no vivo. Me da la vida. Vida que a este paso acabará antes de los 30. Si no hay primeros momentos... ¿vivimos en un constante deja-vú? No quiero ser un prisionero del tiempo. No quiero repetir siempre lo mismo y que cada vez los chistes tengan menos gracia. A partir de aquí, todo serán malas repeticiones de momentos únicos. Quiero regresar a la Plaza Real, que me agarre y me funda en un beso tan fuerte que haga salir el Sol. Quiero consumir mi vida en ese beso.
12 de enero de 2014
HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. YO, LOLITO
Ahora que no estás cierro los ojos e inmediatamente tengo el corazón en mi mano. Pero no está ahí, sigue latiendo profundamente en mi pecho, cada latido más profundo. A veces pienso que terminará por perforarme el cuerpo y me dejará un gran agujero. Soy víctima de mi propio tiempo. He vivido tan aceleradamente, que con 21 años he experimentado todo lo que mis padres terminaron de experimentar a los 33. Sexo, alcohol, drogas, un empleo decepcionante, el hospital, sueños, la vida, la muerte, el amor, el desamor y por último un falso te quiero. Desde que conocí a Lana no he vuelto a ser el mismo. No se qué me atrae de ella, si que tenga casi 20 años más que yo, que sepa moverse en la cama, su abultada cartera, o que pueda darme esos nuevos "primeros momentos" que hace tanto que no vivo. Me da la vida. Vida que a este paso acabará antes de los 30. Si no hay primeros momentos... ¿vivimos en un constante deja-vú? No quiero ser un prisionero del tiempo. No quiero repetir siempre lo mismo y que cada vez los chistes tengan menos gracia. A partir de aquí, todo serán malas repeticiones de momentos únicos. Quiero regresar a la Plaza Real, que me agarre y me funda en un beso tan fuerte que haga salir el Sol. Quiero consumir mi vida en ese beso.
en
16:14
Etiquetas:
alcohol,
azar,
beso,
deja-vu,
drogas,
edu,
historias irreales,
Historias Irreales en La Plaza Real,
La Plaza,
lana,
lolita,
lolito,
people,
Plaza Real,
random stories,
sexo,
vida
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.