20 de diciembre de 2013

HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. LA CIUDAD SUBTERRANEA


Toda la ciudad se organizó para abandonarla el mismo día, a la misma hora, y después de la última gota de lluvia. Barcelona trajo a todos un abanico de emociones más fuertes y más intensas que cualquier otro ciudadano pudiera experimentar. Miré por última vez el cielo de la ciudad. Quiero recordar cómo era el cielo en 2014. Quiero recordar lo que he vivido para no revivirlo. Los sentimientos, como las actitudes, son positivos y negativos. Así que llegamos a conocer desde el auge del amor hasta la caída de la indiferencia. Conocimos los placeres de ser amantes, simulamos ser pestañas que a cada cierre de ojos nos encontramos y nos fundíamos en una nebulosa oscura e infinita al mismo tiempo. Y por desgracia, experimentamos la rabia, la furia, el desamor. El ser humano es un ente curioso, tan pronto puede ser la criatura más hermosa del planeta como el animal más feroz de la tierra. Y por la idiosincracia de la situación, decidimos huir a puntos recónditos del planeta. Yo me fui a la Atlántida, no puedo vivir sin agua y curiosamente siempre me sentí ahogado. Y tú... tú te perdiste en Barcelona.

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