Ha sido un pim pám, una ilusión óptica, un sueño. Hemos estado un par de días sin cafetera. Cada mañana a comprar nuestra dosis de cafá a Art i Sá, nuestra cafetería favorita de la Plaça Reial y en la que además nos hacen descuento por ser del barrio. Nuestra Koffi Ana pasó a mejor vida. La obsolescencia programada funcionó de nuevo. Sin embargo, internet funciona al segundo. Pedida ayer, llegada hoy.
¡Vamos a estrenarla!
Jordi cachas coge la caja como si llevara un paquetito de pastelitos.
Flo observa sin perder detalle el diseño de la nueva cafetera.
Olga no puede esperar más y se bebe los granos de café.
Edu pone agua.
La cafetera dice que no tiene agua.
Edu apunta el siguiente paso de la cadena de montaje.
Tenemos agua, ponemos café.
Pulsamos start.
Se limpian los conductos cafeteros.
Se limpian aun más los conductos.
Aparece un café oscuro y sabrosón con muuuuuuuuuuuuuucha azúcar.
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