6 de noviembre de 2013

HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. DESAHUCIADO


Siempre alegraba la vista a todo aquel que pasaba a su lado. La escalera del desahucio sentimental era motivo de empatía y felicidad extrema ante todos los que se cruzaban con ella. No podía sino significar buenas noticias para el desahuciado. En este caso, Alex se había quedado solo por fin, y podría seguir caminando y dando pasos hacia delante, y no hacia atrás. Se había despojado por fin de los restos de su relación anterior. Algo que le había consumido tanto por dentro, que ya casi no quedaba nada. Hicieron falta dos camiones para guardar tantas lágrimas que acabarían tiradas en el océano para que el agua las volviera mar. Es por eso que el agua de mar es salada. Es por eso que Alex llena hoy sus pulmones (otra vez).

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