10 de octubre de 2013
HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. GLUELOVE
Había sido difícil llegar hasta esta situación. Vale, le quería, ¿pero tanto?. Había oído hablar de la separación de bienes y siempre le había parecido una idea estúpida, y a todos se lo hacía saber, pero esto era llegar demasiado lejos. Estar toda la vida pegada a la mano de un hombre de nombre tan raro como Glorifelio era un precio demasiado alto que Julia no estaba dispuesta a pagar. Las leyendas contaban que sólo el agua de una fuente de Barcelona era capaz de separarlo todo. Y a pesar de que eso significara no volver a verle, prefería recordarle y reencontrarse de nuevo con la palma de su mano derecha.
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