18 de octubre de 2013

EL CHORRIPOST

¡Al aparato Edu el Canario!
Este es oficialmente mi primer post hecho única y exclusivamente por muá! Y ya iba siendo hora, que aquí escribe hasta el ficus que tiene Carlitos en el balcón y un copy (sí, seamos esclavos de las etiquetas y llámenme copy), no ha tenido aún los bemoles de dejar constancia de su paso trascendental por Carlitos y Patricia.

Pero, queridos amigos de la nave de la publicidad, eso cambia hoy. Pero vayamos al grano que me enrollo más que una canción de Nicki Minaj en bucle.

Podría hablar de mil y una cosas. Podría hablar sobre por qué es mejor los productos naturales que los transgénicos, o de por qué la obsolescencia programada es algo que deberíamos tirar por tierra y enterrar como se entierra un disco de Raffaela Carrá. Te podría hablar sobre cual es mi película Disney favorita y sobre por qué tenemos que darle una patada en el culo a Rajoy, pero eso poco tiene que ver con lo que hago aquí (o mucho, quien sabe), así que de momento, dejaré un decálogo sobre las 10 lecciones que he aprendido desde que estoy en Carlitos y Patricia (que probablemente se multipliquen por 50 antes de irme)
1. ¿Brainstorming? Más bien Asstorming
2. Una buena idea se vende sola
3. Las noches de pizza de madrugada en La Plaza son los nuevos afters

4. La hija de Patricia se llama Violeta y no Valeria
5. ¿Quieres café? Corteja a la máquina, sácala a bailar, piropéala
6. Tina Turner sigue viva. Withney Houston, no

7. La jerarquía establece que primero están los pecerdos, luego los becarios

8. Edu es el único "pringao" que traerá el desayuno el primer día de curro
9. Menos postureo. La librería no está de adorno, ¡úsala!

10. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. (Lección difícil de aprender!)

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