4 de septiembre de 2013

HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. VANDALISMO ROMANTICO


Érase una vez un camión de verduras enamorado de una farola. Farola, que detestaba a camión, era caprichosa y silenciosa, y se enamoraba de cualquier bici que pasara por su lado. A pesar de que todas las bicicletas se enamoraban de la fuente y trataban siempre de rodearla, Fuente sólo tenía ojos para Andrés, que iba a verla una vez cada 3 días y se posaba sobre ella 10 minutos. ¡Cuánta agua soltó Fuente al verle con María, una preciosa chica de vestido naranja tan dulce como agria!
¡Ay María, cómo te ahogaría!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.