LOS TURISTAS DE PORTAFERRISSA

Siempre que llueve pienso en los pobres turistas que han venido a Barcelona con la promesa de que al llegar, tendrían a su disposición sangría, tapas y sol, y oh! sorpresa!, resulta que para dos días que vienen, uno llueve como decimos aquí: a bots y barrals.
Y en uno de esos momentos que miras al cielo, a ver si para o no, que te quieres ir a casa, esos momentos en los que en Portaferrissa no pasa nada, porque cuando llueve la gente no compra, veo pasar un grupo de turistas con botas de agua y paraguas. Para mi que eran alemanes, que ya deben estar acostumbrados a las inclemencias del tiempo y salen a la calle preparados para todo: lluvias a mi, ja!
No como nosotros, que a la primera gota, paramos en un bar a tomarnos unas cañas, a ver si para...