Ya hemos decidido en qué consistirá la actividad para Sant Jordi: vamos a usar la parada en la puerta de La Casa para vender libros sin dinero. Cada libro llevará un precio no monetario, y además de los libros que vamos a ceder en La Casa, todo el que quiera está invitado e invitada a traer sus libros para venderlos con un precio sin dinero.
El nombre será 1010 WAYS TO BUY A BOOK (WITHOUT MONEY), así, en inglés, para que todo el mundo (literalmente) pueda entender la idea, participar y hacerla suya.
Algunas de las muchas tareas del día son: recopilar los libros para vender, ponerles un precio, colocar el precio en etiquetas escritas a máquina y tampón, fotografiar los libros uno a uno, abrir una web para el proyecto y un evento en facebook, preparar toda la logística del puesto desde las mesas a los carteles anunciadores, y entre medias ir salvando las mil dudas y pequeños inconvenientes que vayan surgiendo que surgirán.
El equipo de La Casa al completo planteando webs y perfiles online. Mientras Enrique hace la foto, incluso Greta y La Cara no pierden detalle.
Ya tenemos el dominio registrado: www.1010waystobuyabook.com
Y como lo digital no lo es todo, el proyecto también tiene su versión imprentilla de tipos móviles de tinta y caucho para las etiquetas de los libros.
Anaïs fue la encargada del diseño tipográfico old school.
Y los wabisabians, portátiles en mano, parecen no dar crédito de un proceso tan arcaico: "¿aún se usan tampones de tinta y máquinas de escribir?"
Más de 100 años separan ambos conceptos de "máquina de escribir".
Mientras Anaïs sigue con sus tipos manuales, Raquel al fondo le pone unas muecas a la cámara de Enrique.
Tras una mañana intensa, tocó comer para poder continuar. El buen humor iba a más: queda mucho por hacer, pero tiene una pinta estupenda.
A pesar del buen humor, hubo ratos de agobio: Lucy resopla y Andrés se rasca la cabeza por flickr, tumblr, f******k y la madre que los trajo.
Andrés se ajusta las gafas que todo lo pueden: "ni el mismísimo Zuckerberg podrá con nosotros."
Las primeras pruebas de fotos de libros con su precio sin dinero empiezan a salir del set de Enrique. ¡Pedazo de libros, oiga!
Y mientras en La Casa seguían las mil tareas, parte del equipo bajó a la calle a tomar medidas del espacio, calcular las mesas necesarias y hacer pruebas de foto de calle (las fotos merecen un post aparte).
Ha sido un día increíblemente intenso, con ese cosquilleo permanente en el estómago que precede a todas las grandes ocasiones.
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