El lunes pasado, al llegar a La Casa e ir encendiendo luces, nos dimos cuenta de un enorme vacío: el montón de Aviones Poema que nos envió Peru de su puño y letra hace un par de años, y que descansaban en un feliz montón en una esquina de La Habitación del Gotelé, ya no estaban ahí.
Resulta que la contrata de limpieza había tenido que sustituir a la limpiadora habitual, y la nueva decidió que todo ese montón de papelotes en una esquina del suelo eran basura.
No podemos describir aquí el dolor que nos causa la pérdida de esos aviones poema...
Sólo se ha salvado un poema volador, que estaba subido en un armario.
LOS q'habitamos la libertad
tenemos mil caseros i
debemos años de alquiler.
Desde que los aviones llegaron a La Casa, algunos fueron volando a las casas de amigos y visitantes, con lo que la pérdida no es completa.
Así que poniéndonos filosóficos, paliaremos el dolor pensando que los aviones eran simples materializaciones, poesías convertidas en átomos, pero que su auténtico valor estaba en su capacidad de conmover y remover el ánimo, y que eso, estaba más que conseguido.
¡¡¡AVIONES SIN BOMBA!!!
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