Esta tarde nos llegó una caja.
Y con ella, se han desatado un montón de movimientos en La Casa.
¿Qué tenía la caja?

¡Un focazo
Ianiro de 1000 watios!

Y otro focazo de 1000 watios.

Pero aún hay más. Los focos vienen sus trípodes
Manfrotto.

Llegó la hora de montarlos. Parece el cine de verdad.

Incluso traen paraguas reflector, el único paraguas apto para abrir bajo techo.

Siguiendo las instrucciones de la tienda, Carlitos maneja la bombilla con guantes.

Y por fin, ¡hágase la luz! (con dedo de dios incluido).

Con estos nuevos focos, y con La Habitación Oculta convertida en La Habitación de las Fotos, tendremos todo lo necesario para hacer unas fantásticas fotos de nuestros fantásticos futuros trabajos.
Vamos a ello.
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