Acaba julio, y podemos constatar que la iniciativa de estimular que los habitantes, invitados y vistantes suban y bajen por las escaleras no acaba de calar hondo en todos.
La mayoría de nosotros olvida apuntar las veces que sube y baja, eso en el caso de que suban o bajen las escaleras.
Esto da como resultado que la competencia esté descafeinada, y que incluso no hayamos entregado el premio al vendedor del mes de junio (lo haremos en unos días junto con el del mes de julio; es posible que el ganador sea el mismo).
Ni siquiera la carita cerda que nos pintó Boris Hoppek nos ha animado.
Habrá que seguir intentándolo.
Keep walking, friends.
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