Este año, además, florece con mucha más fuerza que el año pasado.
De la bonita y sencilla flor del año pasado, ha pasado a regalarnos un entero ramillete de flores amarillas apretadas y brillantes.
Este cáctus es una auténtica metáfora del día a día de La Casa.
El mimo y cariño que le ponemos a la tarea diaria hace que nos sigan creciendo flores incluso de los sitios más increibles. Paciencia, constancia y algún abono extra. Confianza a pesar de las espinas que siempre están ahí y que a veces se te clavan.
Nos gusta la jardinería.
¡Viva el idea gardening!
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