Resulta que en algún momento compartieron nuestro mismo número de teléfono, y rara es la semana que no nos llega alguna llamada interesándose por la guardería o directamente preguntando por tal o cual niño.
Lo cierto que no nos importa. Es divertido.
A nuestra manera, procuramos mantener algunos comportamientos de guardería (no todos, obvio): enguarrinarnos las manos; mirar a todo y a todos con ojos de primera vez; experimentar y probar sin miedo, aunque a veces acabemos con los dedos en el enchufe llevándonos un calambrazo; decir sin miedo lo que nos gusta y lo que no...
Nos encantaría tener una mesa como la de la foto en forma de C (y otra en forma de P).
Y sentarnos todos alrededor de ella a compartir cosas.
¿Nos compramos unos babis?
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