En La Casa no tiramos nada que creamos puede ser útil a otro.
Reciclamos. Reutilizamos. Vendemos. Trocamos... Lo que sea, menos tirar por tirar (y cuando tiramos cosas, procuramos que sea en el sitio adecuado para que pueda procesarse).
Rescatamos cosas de la calle, desde plantas a grafittis pasando por mobiliario.
Y cuando hay que regalarnos algo, regalamos cosas de La Casa, desde libros repes a semillas de alguna de nuestras plantas. ¡La de cosas chulas que salen cuando remiras las cosas que te rodean!
No, no, La Casa no es hippylandia.
Nos mola Margiela, nos encantan los restaurantes de muchas estrellas, los hoteles en los que puedes elegir una almohada diferente cada noche y los gintonics más caros de Barcelona.
Pero nos mola ver valor en cosas que aparentemente no lo tienen. Nos gusta ver más allá. Descubrir el valor de lo que nos rodea es un ejercicio creativo que además le sienta bien al planeta que nos soporta cada día.
Esta semana, vendimos (por fin) nuestra fallona impresora láser HP, a la que teníamos cierto cariño por ser nuestra primera impresora.
De paso, volvimos a comprobar la enorme utilidad de eBay Anuncios, con quienes hemos tenido la fortuna de hacer un par de proyectos juntos.
Nada mejor que trabajar con marcas de las que eres fan.
Bueno, aún es mejor darle valor a todo lo cotidiano que nos rodea.
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