
- ... ¿Te das cuenta? ¡Esto es increíble! Te dije que trajeras la linterna. Pero siempre haces igual. Vas a tu bola, a tu puñetera bola. La última vez pasó lo mismo, tenías que ocuparte de las patatas y se te olvidó. ¿Y aquél día que tenías que traer los globos de la fiesta? O cuando los botes de pintura... O cuando lo de Tomás. O lo de Julia. ¡Por no seguir! No sé por qué cuento contigo para nada. Siempre igual, siempre igual. ¿Ahora, qué, eh? ¿Qué hacemos, si no se ve ni torta, eh? ¿Eh? ... ¿Eh? ... ¿Hola? ... ¿Hola? ... ¿Estás ahí? ...
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