11 de julio de 2013

HISTORIAS IRREALES EN LA PLAZA REAL. LA FAMA EFÍMERA


Qué difícil le resultaba a Sofía asimilar que ahora que tenía 5 hijos y un nieto en camino ya no podría desfilar por las mejores pasarelas del mundo. Adiós, Milán, adiós Madrid, adiós París. Por eso, cada vez que Diana podía disfrutar de unas vacaciones por Europa, aprovechaba y se ponía sus mejores vestidos (que eran pocos) y los tacones más altos que encontraba para desfilar por alguna de esas calles. Deseando que en el fondo, alguien la reconociera para pedirle un autógrafo. Hoy, Barcelona. Hoy, tampoco la han reconocido.

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